En el año 1780 nacía Juana Azurduy,así la recuerda Eduardo Galeano en su libro Mujeres:
Instruida en catecismos,nacida para monja de convento en Chuquisaca,es teniente coronel de los ejércitos guerrilleros de la independencia.De sus cuatro hijos sólo vive el que fue parido en plena batalla,entre truenos de caballos y cañones;y la cabeza del marido está clavada en lo alto de una pica española.
Juana cabalga en las montañas, al frente de los hombres.Su chal celeste flamea a los vientos.Un puño estruja las riendas y el otro parte cuellos con la espada.Todo lo que come se convierte en valentía. Los indios no la llaman Juana. La llaman Pachamama,la llaman Tierra.
Instruida en catecismos,nacida para monja de convento en Chuquisaca,es teniente coronel de los ejércitos guerrilleros de la independencia.De sus cuatro hijos sólo vive el que fue parido en plena batalla,entre truenos de caballos y cañones;y la cabeza del marido está clavada en lo alto de una pica española.
Juana cabalga en las montañas, al frente de los hombres.Su chal celeste flamea a los vientos.Un puño estruja las riendas y el otro parte cuellos con la espada.Todo lo que come se convierte en valentía. Los indios no la llaman Juana. La llaman Pachamama,la llaman Tierra.
Coripata (Bolivia)
Pacho O'Donnell-Juana Azurduy (Planeta)
C a p í t u l o XXX
Quienes la conocieron ya anciana, como el historiador Gabriel René Moreno, que transcurrió su infancia en Chuquisaca, relata que con alguno de sus amigos se les ocurrió que esa Juana Azurduy de la cual se contaban hazañas podía ser la viejecita del mismo nombre que habitaba sola y pobre una vivienda en el barrio de Coripata. También cuenta que a pesar de que los niños le tiraban la lengua para que hablara sobre los hechos de la independencia, casi nada salió de su boca y que transcurría largas horas en silencio, pensativa, recordando y evocando a tantos seres queridos, teniendo siempre a su lado una cajita en la que guardaba sus tesoros más preciados: las comunicaciones de Belgrano nombrándola teniente coronela y algunas oxidadas condecoraciones. (...)
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