Lectura recomendada: Atreverse. Función social de la lengua escrita. Entrevista con Delia Lerner
Entrevista publicada en la Revista La Educación en nuestras manos N° 66 - Julio de 2002
Extracto de la entrevista:
RESUMEN Y TOMA DE NOTAS
No es lo mismo hablar de técnicas de estudio y de prácticas del lenguaje en contextos de estudio. La idea de “técnicas” alude a procedimientos que serían aplicables a cualquier contexto y a cualquier contenido, tanto a un texto de biología como a uno de historia, por ejemplo. Hay investigaciones que muestran que esto no es así.
Ana María Kaufman ha estudiado el resumen desde el punto de vista psicológico y suele citar una experiencia en la que se les pidió a diferentes científicos muy reconocidos el resumen de un mismo texto; el resultado fue que los resúmenes tenían poco de común entre sí. Cada uno buscaba en ese texto algo distinto. Lo que los lectores consideramos como más importante en un texto suele ser lo que responde a las preguntas que nos estamos haciendo, a lo que estamos buscando.
Nosotros planteamos diversas situaciones dirigidas a que los niños aprendan a resumir -ya que esto es fundamental para la formación del estudiante-, pero no nos hacemos la ilusión de que un chico que aprende a resumir un texto puede trasladar mecánicamente todo lo que aprendió cuando resume otro texto relativo a contenidos muy diferentes. Seguramente, cuando resuma otros textos, podrá re-utilizar algunas pistas que detectó al resumir el primero: organizadores textuales como “por una parte” y “por otra parte”, marcas linguísticas que permiten reconstruir la posición del autor, etc.. Pero siempre habrá una fuerte impronta de los contenidos específicos, que plantearán problemas también específicos. Por eso, lo ideal sería que el profesor de cada materia enseñara a los alumnos cómo estudiar en esa materia. La responsabilidad de progresar como estudiante -de aprender a leer textos complejos, a tomar notas o hacer resúmenes que resulten luego útiles para estudiar a partir de ellos, etc.- no tendría que ser objeto de enseñanza sólo en Lengua.
Para enseñar a resumir se necesita desplegar un abanico de situaciones que sean diferentes, no sólo en relación al texto y al tipo de texto, sino a los propósitos que se tiene al resumir y al destinatario. A veces resumimos porque nosotros mismos necesitaremos luego utilizar esa información, otras veces resumimos para otros (para pasarles el resumen a algunos compañeros, por ejemplo). Son dos situaciones muy diferentes: cuando uno resume para sí mismo, uno sabe con exactitud qué es lo que conoce y qué es lo que ignora; en cambio, cuando uno resume para otro hay que hacer suposiciones acerca de lo que el otro sabe o no sabe, acerca de cuál es la información que se puede suprimir y cuál es la que resulta imprescindible. Es por eso que, para que los chicos aprendan a resumir -no sólo a hacer la selección y reorganización de la información que implica resumir sino también a tomar en consideración al destinatario mientras resumen-, es imprescindible construir diferentes situaciones en el aula así como diferentes intervenciones por parte del profesor. Entre estas intervenciones, quiero señalar la importancia de que el profesor asuma la posición del destinatario y problematice la situación preguntando a los chicos, por ejemplo: ¿el otro va a entender esto?, ¿sabrá cuáles son las relaciones entre estas dos cuestiones?, ¿ustedes no las explicitaron porque suponen que el destinatario las conoce?, etc.. Habría mucho para decir en relación con esto (1). Lo esencial es subrayar la necesidad de que el resumen sea efectivamente objeto de enseñanza, porque lo usual es que se pidan resúmenes sin haber enseñado a resumir.
Finalmente, aunque ya no puedo extenderme, quiero decir unas palabras sobre la toma de notas. Mientras uno lee textos “difíciles” con el objeto de estudiar cierto tema, es frecuente que -antes o en lugar de resumir- uno haga anotaciones que re-utilizará en otro momento. Los estudiantes necesitan también tomar notas a partir de exposiciones hechas por el profesor, y eso es aún más difícil que extraer notas de un texto que se está leyendo (al cual se puede volver cada vez que se necesita, en tanto que esto no ocurre con la exposición oral). Tanto el resumen como la toma de notas son recursos -bisagras entre lectura y escritura- importantes para favorecer la comprensión. Y la escuela también debe dar oportunidades de aprender a tomar notas.
D. L.
(1) Puede consultarse la secuencia de situaciones de resumen planteada en el Documento de Actualización N¡ 4 de la Ciudad de Buenos Aires.
Para su lectura completa:
http://www.suteba.org.ar
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