¿Cómo se organiza la mesa de libros para explorar? ¿Qué materiales se seleccionan?
Proponer diversidad de fuentes: el docente procura distribuir materiales que sean especialmente de circulación social (libros, revistas, enciclopedias), con distintas vías de entrada a la información para que represente un desafío para los alumnos. Algunos textos ofrecen una vía más directa y otros deben explorarse con más profundidad para encontrar informaciones menos explícitas. Se trata de trabajar con materiales variados y evitar el texto único.
Se pueden seleccionar materiales que tengan en cuenta los siguientes criterios:
- Materiales que no contengan la información buscada (en este caso, la obra servirá para aprender dónde no hay).
- Libros que informen exclusivamente sobre el tema investigado.
- Libros y revistas que incluyan, además de otros temas, capítulos o artículos sobre el tema.
- Libros y revistas donde exista información, pero donde los títulos o entradas al tema no permitan anticipar fácilmente que se la hallará.
- Libros de literatura con ilustraciones de animales para que los niños puedan distinguir qué libros informan sobre los animales y cuáles no.
- Libros que posean diferentes clases de índices: alfabéticos, temáticos, sumarios con y sin descripción de los contenidos, índices con imágenes, etc.
- Asegurar que esas fuentes posean algunas características: se procura que los materiales posean un nivel de pertinencia de la información desde el punto de vista científico, asegurarse que no distorsionen la información (por ejemplo textos que atribuyen intencionalidad humana al comportamiento animal); que usen léxico específico de la disciplina (hembra/macho); que posean
adecuación de aspectos paratextuales (índices, títulos, subtítulos, resaltados, etc) ya que facilitan la exploración general, la búsqueda de información específica y la puesta en marcha de estrategias para el logro de los diferentes propósitos de lectura.
¿Qué hacer durante la exploración? ¿Por qué es necesario hacerla más de una vez? ¿Cuál es la importancia del intercambio posterior?
En estas situaciones el docente tiene el propósito de enseñar lo que los lectores hacen cuando exploran materiales para saber más sobre un tema:
hojear los libros explorando títulos e ilustraciones y buscar datos orientadores en los índices. Se trata de explorar el material para luego decidir dónde detenerse a leer de manera más minuciosa. Durante la exploración, los niños tienen que resolver problemas para decidir qué dice y dónde dice algo que el docente les solicita. La tarea del docente consiste en ir proporcionando pistas, ayudas y colaboraciones que los orienten cada vez más para circunscribir dónde hallar lo que buscan e interpretar qué dice.
El docente interviene para propiciar la exploración:
Lee para ayudar a seleccionar el material. Cuando un niño le acerca algún texto que aporta información requerida o cree que la contiene, lee en voz alta algunos pasajes para confirmar o no su presencia. También, para informar algo que desconocen o para preguntar las razones por las cuales deciden incluir o no algún libro.
Invita a los alumnos a que lean por sí mismos y para eso los ayuda a tener en cuenta indicios del texto (“…fijáte si en algún lugar dice ‘huevo’ o ‘nido’”).
Propone que señalen con un papel o señalador dónde les parece que está la información que se necesita.
Puede hallar una oportunidad para explicar cuál es la función de índice. Para ello, lee algunos de sus títulos y seleccionan uno donde
puede localizarse la información. Señala la necesidad de tomar nota del número de la página y, con su ayuda, lo buscan en el cuerpo de la enciclopedia. Para decidir su inclusión, el docente lee algunos fragmentos del texto. También pide a esos niños que expliquen a sus
compañeros, cómo usaron el índice para encontrar lo que buscaban.
Toma en cuenta la organización paratextual de los materiales expositivos para orientar la exploración y localización.
Articula los hallazgos de otros lectores.
Una vez seleccionado el material, el docente reúne nuevamente a los niños y organiza una puesta en común para compartir hallazgos e intercambiar sobre las búsquedas. En este momento retoma algunas intervenciones de los niños observadas durante la exploración para discutir con el grupo y socializar algunas decisiones que habitualmente adoptan los buenos lectores cuando buscan información sobre un tema. Por ejemplo, los niños llegan a advertir que aunque un libro muestre imágenes pertinentes al tema, puede no
contener la información que buscan. La docente lee para mostrar que la anticipación no se corresponde con el contenido del texto.
El maestro aprovecha esta puesta en común, no sólo para que cada grupo comente en dónde encontró la información o qué información encontró sino para explicitar cuáles fueron las estrategias de lectura que cada grupo utilizó, cómo marcó donde está la información, qué libros desechó y por qué,
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